top of page
image.png

De la pluma de Don Carlos de la Rica recogemos esta magnifica descripción del Misterio:

 

" Pero, ¿qué es la Santa Hijuela? ¿Qué mueve a los fieles de esta parroquia y a los habitantes de los pueblos vecinos a renovar; año tras año, el hermoso encuentro de una romería en que se unen imágenes veneradas con ese extraño paño de tela manchado de sangre?

 

Ante todo, digamos que la Santa Hijuela es una reliquia. Una reliquia que es testimonio de un prodigio obrado hace siglos en tierras del Reino de Valencia frontera del moro. En ella aún podemos contar las redondas huellas de unas manchas de sangre. Más vamos por partes y contemos la historia.

 

En febrero de 1239 ha adelantado sus tropas al castillo de Chio, en el Pinet, junto a Luchente, don Berenguer de Entenza, general del Rey Don Jaime I su tío y señor. Aposentada la tropa en el hoy llamado Monte Santo, Algira o Puig del Codol, los ejércitos se miran recelosos a pesar de las treguas acordadas y los pactos. Con Don Berenguer de Entenza hay catalanes, darocenses y nobles de Calatayud y Teruel. En Don Berenguer no priva, precisamente, el deseo de cumplir lo pactado y desea cubrir el castillo para así dominar los caminos de Albaida, Alcoy y Denia.

El guerrero catalo-aragonés desea ardientemente la batalla y arenga a los soldados. Como comienzo no puede faltar la misa que oficia el capellán darocense Mosén Mateo Martínez. Momentos que aprovechan los musulmanes valencianos para iniciar ellos el ataque. La celebración es interrumpida y el sacerdote esconde bajo una piedra el pan consagrado mientras los cristianos contestan eficazmente el ataque. La escaramuza no da resultado definitivo alguno y terminada cada cual vuelve a su enclave: los capitanes de Don Berenguer desean recibir la comunión interrumpida y todos van al improvisado sagrario donde mosén Mateo escondió las formas consagradas. Las formas están sobre los Corporales, pero su aspecto es bien distinto al de momentos antes: están pegadas y sangrantes sobre el lienzo, tiñendo también la Hijuela. Ante el prodigio se alzan los gritos de admiración y fervor. Los moros los interpretan contrariamente y vuelven a la pelea por lo que suponen confusión en el campo cristiano. Ya tienen motivo de defensa y estimulo los cristianos. Bajo aquel improvisado pendón sagrado los aragoneses toman el castillo y vencen al musulmán.

​

Realidad: Los Corporales y las Formas sangrantes, la Hijuela manchada.

 

No bastan luego, para la posesión de esta reliquia, la suerte de los dados ni otros sorteos -siempre señalando su posesión a Daroca-. y echan mano a una acémila tomada al enemigo que, pasando poblaciones y ciudades, da con Daroca, poseedora, desde entonces, del prodigio y los Sagrados Corporales.

 

Por la ciudad aragonesa pasan y pasan monarcas y personajes gloriosos, la noticia llega a la Sede Romana y crecen los privilegios papales, las indulgencia y jubileos. Pasado el tiempo llegan también los reyes de Castilla y Aragón, doña Isabel y don Fernando, quienes dotan el templo de Santa María y Basílica espléndidamente, sustituyendo el viejo marco románico por un hermoso retablo de jaspe y montando la prenda sagrada en un nuevo relicario de metal precioso.

 

Es un 25 de noviembre de 1495. El Cabildo de Daroca regala a S.S. A.A., los Reyes Católicos, la Santa Hijuela de los Corporales que obra en poder de la Reina hasta su muerte. Confirmados en el Marquesado de Moya don Andrés de Cabrera y doña Beatriz de Bobadilla, nobles cercanos a los reyes y que tanto influyeron en el reinado, llegando a ser la causa primera y principal de la coronación de la infanta Isabel a la que convierten reina de Castilla en Segovia, dando la definitiva palabra -doña Beatriz- en orden al descubrimiento de América.

 

La Marquesa hereda la reliquia de la Santa Hijuela y la da en custodia a los dominicos del recién fundado Convento y colegio de Carboneras en los límites mismos del Marquesado cuya línea marca el Guadazaón. Desde entonces es venerada en Carboneras.

 

Los años posteriores marcarán el cambio de los tiempos. Influenciada la comarca por el apostolado de los dominicos desde el año 1688 data la escritura que obliga a las iglesias de Reíllo, Arguisuelas, Pajarón y Pajaroncillo y en tiempos más recientes a La de la Cierva, a estar presentes y formar en la procesión del Segundo Domingo de Mayo. Las imágenes de estos pueblos acompañarán procesionalmente a la Santa Hijuela que saldrá bajo palio y recorrerá el trayecto que separa la iglesia conventual de la parroquia."

 

                                                                                                                 

bottom of page